Andriw Sánchez Ruiz | Prensa LVBP. Barquisimeto- Yordanys Linares tiene más de 2.200 turnos en el béisbol profesional, incluidos los chances que tuvo en la Serie Nacional de Cuba. Pero, según él, el mejor turno de su vida ocurrió en el octavo inning del séptimo juego de la final de la temporada 2019-2020. Se paró en el plato, con dos outs, la pizarra igualada y contra Lester Oliveros. Resultado:
Linares dio un batazo entre campocorto y tercera base. La bola se adentró en el jardín izquierdo. Josmar Cordero fue remolcado y luego anotó Yonathan Mendoza por un error en tiro de Denis Phipps. La celebración del momento se convirtió en un festival barquisimetano, con el centro de feria el Estadio Antonio Herrera Gutiérrez. Pues poco después del imparable del cubano, Cardenales de Lara se lanzó al terreno para festejar la victoria sobre Caribes de Anzoátegui, 4-2, y sobre todo el título de campeón de la campaña.
El séptimo juego de la final, si bien tuvo el hit de Linares como punto de inflexión, se terminó con el ponche cantado que le propinó Ricardo Gómez a Niuman Romero, capitán de los aborígenes. Todos los cardenales aterrizaron en vuelo jubiloso sobre la grama, como lo hicieron el año pasado en el Universitario, y alzaron los brazos tras ungirse como los bicampeones del circuito.
“Este campeonato nos deja una gran enseñanza: que podemos reinventarnos”, dijo Humberto Oropeza, presidente de Cardenales, a Efraín Zavarce, periodista y comentarista de IVC. “Teníamos listos ciertos parámetros, equipo definido, y de golpe hacerlo todo de nuevo. Hicimos un gran trabajo de investigación, redescubrimos peloteros y nos reinventamos. Mucha gente pensó que este sería un campeonato sin brillo, pero fue todo lo contrario, fue un gran campeonato. Esta serie fue una de las más emocionantes de las que he vivido. El equipo Caribes es un equipo que no se entrega, un digno rival, y hay que darle mucho crédito”.
Oropeza tiene más años en la liga de los que puede recordar, eso quiere decir que para sorprenderlo hay que montar un gran espectáculo y así hicieron los Cardenales.
Antes de que Linares levantara a las 17.971 personas que llenaron de vida las tribunas y graderíos del diamante barquisimetano, Anzoátegui había dominado a punta de fuerza. Gorkys Hernández y Gabriel Lino dieron cuadrangulares solitarios seguidos en el sexto inning, y sacaron del juego al abridor Williams Pérez. El zurdo Félix Doubront, iniciador de Caribes, tuvo el juego bajo control, pero en la parte baja del capítulo, los crepusculares lograron herirlo con vuelacercas de Carlos Rivero.
“Mérito para todos los muchachos que se comportaron como caballos”, alcanzó a decir el manager Luis Ugueto a la trasmisión de IVC. “Todos hicimos el trabajo. La gerencia se movió bien desde el principio y aquí estamos. Campeón Cardenales de Lara”.
Aunque ganó Wilking Rodríguez, perdió Ángel Nesbitt y salvó Gómez, todos los flashes fueron para Linares, quien se fue de 3-1 con remolcada. Su bate y guante ayudaron a Lara durante toda la temporada, pero sobre todo en los playoffs.
“Este es mi tercer campeonato como profesional, pero nunca había vivido una afición como la que he visto hoy aquí”, expresó. “Busqué un batazo para poner la bola en juego. Solo busqué el contacto y gracias a Dios salió el hit. Fue el mejor turno de mi vida”.
Minutos antes de que Linares se alzara como el gran héroe, e hiciera suyo el Jugador Más Valioso de la final, Josmar Cordero remolcó a Deiner López, quien entró como corredor emergente por Luis Jiménez, que logra algo especial: su primer título con Cardenales, el equipo con el que comenzó en la LVBP hace 19 temporadas.
“No saben la satisfacción que siento”, dijo, conteniendo las lágrimas, a IVC. “Ganamos el campeonato porque supimos escuchar. Mi trabajo aquí es hablar con los muchachos, además de jugar. Echarle sus gritos de vez en cuando, hasta el mismo Ugueto se me puso medio escamoso, pero todos supimos escuchar y se dieron los resultados”.
Cardenales se une a Vaqueros de Montería (Colombia), Astronautas de Chiriquí (Panamá) y Cangrejeros de Santurce (Puerto Rico) como los equipos que ya están apuntados a la Serie del Caribe de San Juan, que comenzará el 1° de febrero. Faltan por definir los campeones de México y República Dominicana.
“Armaremos el mejor equipo posible para representar a Venezuela. El país tiene tiempo que no gana un título del Caribe”, dijo José “Chato” Yépez, gerente deportivo de la bandada. “Ahora somos Cardenales de Venezuela”.
Caribes se enclaustró en el clubhouse para sanar el dolor de la derrota. Es el tercer subcampeonato en la historia de la franquicia, que posee igual cantidad de títulos. Estuvo tan cerca de otro gallardete que sólo le faltó seis outs para lograrlo.