Foto: Nelson Pulido
Cuando Noel Sanvicente salió del Caracas FC y llegó Ceferino Bencomo a la dirección técnica, el rojo de la capital sufrió una metamorfosis en su filosofía, se empezó a trabajar más con la cantera y pensando en un proyecto a largo plazo, jugadores como: Alexander González, Josef Martínez, Fernando Aristeguieta, César “El Peluche” González, Edwin Peraza, Pablo Camacho, entre otros, empezaron a tener más protagonismo en la cancha.
Al principio fueron muchas las críticas hacia Bencomo, por haber renovado la plantilla de un torneo para otro, por su estilo de juego, por tener pocos jugadores con experiencia y muchos muchachos, entre otras cosas. A pesar de todo eso, el Caracas fue el mejor equipo de la tabla acumulada en la temporada 2010-2011, estuvo cerca de ganar el torneo clausura y consiguió meterse en la fase previa de la Copa Libertadores.
En este apertura han tenido el mejor comienzo para cualquier equipo en los últimos treinta torneos (siete victorias en ocho partidos), es fácil decirlo pero ha sido un trabajo arduo y con paciencia por parte de cuerpo técnico y jugadores, el éxito no se logra de la noche a la mañana y se requiere tiempo para eso, también tener una afición que es fiel pero a su vez exigente sirve de motivación para conseguir resultados positivos de inmediato.
A Ceferino le dejaron el listón muy alto, lo hecho por Sanvicente en el rojo no es fácil de olvidar, cinco de las estrellas que están en el escudo fueron ganadas por él y la barra le rinde homenaje cada vez que lo ve, este fin de semana el Caracas se enfrentó al Real Esppor, no solo Chita salió aplaudido, Bencomo también y eso habla del respeto que ha obtenido el actual DT del nueve veces campeón nacional.
Nadie se imaginó que el Caracas FC iba a conseguir lo que está logrando ahora con una de las nóminas más bajas del país son líderes del torneo apertura, tiene una plantilla hambrienta de títulos y de éxitos continentales, saben lo que significa la camiseta que tienen puesta y no dudarán en sudarla cada fin de semana como Dios manda.