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Si bien los partidos amistosos, son para probar jugadores, funcionamientos o estrategias, las derrotas siempre duelen, más cuando son goleadas y el rival te pasa por encima, con una posesión de balón de 80 a 20.
Diego Armando Maradona, dice que cuando te pones la camiseta de la selección, ningún cotejo es “amistoso” porque defiendes los colores del país. Es un argumento muy valido, pero para el seleccionador Cesar Farías, el 5-0 del miércoles le debe hacer reflexionar sobre algunas cosas que no se pueden hacer, el día que se jueguen por los puntos.
Antes de Copa América Venezuela también enfrentó a España, aquel día se perdió 0-3 en Puerto la Cruz, con una tarde para el olvido de Renny Vega, quien luego sería una de las figuras criollas del certamen continental.
De verdad que nada funcionó el miércoles, ni el once titular, ni el planteamiento del partido y mucho menos los cambios.
Los que siguen constantemente los partidos de la selección, saben que ese no es el verdadero nivel, seguramente no esta para ganarle a España, pero tampoco para ser goleada de esa manera.
De hecho Venezuela no recibía cinco goles desde el 2-5 que le endosó Brasil en 2004, por eliminatorias en Maracaibo.
Los centrales nunca se entendieron y Fernando Amorebieta recibió su primera roja como “Vinotinto”, luego Vizcarrondo que era una muralla defensiva, pasó a ser inofensivo, y ni hablar de Miguel Mea Vitali, un jugador que muchos pedían por su buen momento en el CD Lara, y fue un espectador de lujo en ese partido.
Farías se equivocó en los creativos, Julio Álvarez en el Numancia de Soria, juega como volante de quite, o mixto en su defecto, pero el entrenador lo puso ayudar a Juan Arango en la generación de juego, además le dio la camiseta número 10, el ex-jugador del Rayo Vallecano ni se vio.
Esa posición de volante por derecha es de Cesar González, pese a no jugar mucho en River, es el único jugador que posee la selección, con esas características, otro error del DT, fue darle la responsabilidad a Rubert Quijada, de marcar la banda izquierda, siendo un chico con poco rodaje internacional.
Otra vez Mario Rondón delantero del Nacional portugués se quedó con las ganas de demostrar, Farías no le dio ni un solo minuto al futbolista nacido en Los Teques, en este tipo de cotejo es que se deben probar nuevo talentos como este, que tiene una respetable temporada en Portugal.
Una alternativa en el arco
Sin duda la actuación de Dani Hernández fue como para ilusionarse con el hermano menor de Jonay, quien demostró que puede pelear la titularidad en el arco criollo, claro la competencia, es duda frente a Renny Vega.