Hace tres años José Hernández partió a Ecuador con la misión de reforzar al equipo HR de Portoviejo, sin saber que también significaría el comienzo de su carrera como técnico. Hoy conversamos con el joven carabobeño, que desde 2018 dirige la escuela Panthers Basketball Club.

Humberto Contreras (@HumberCV).-

José Hernández se formó en el baloncesto colegial de Estados Unidos, con  Southland Academy. Luego participó en dos temporadas en la NJCAA, con South Georgia Tech.

Con 21 años el nacido en Guacara, estado Carabobo,  regresó a Venezuela en 2013, para debutar en la LPB con Cocodrilos de Caracas. “Fue una experiencia corta pero la valoro mucho”, recuerda.

“Aprendí bastante de Néstor Salazar, me apoyó mucho en esa etapa, aunque pienso que faltó tener ese mismo apoyo de la organización. Hoy, que ya estoy en otra etapa, entiendo que el atleta necesita ese soporte del equipo para alcanzar su mayor nivel y lamentablemente eso no sucedió con Cocodrilos”, agrega.

Tras una breve pasantía con Toros de Aragua, donde no llegó a jugar en la LPB, el alero decidió alejarse de los tabloncillos.

“La situación del país, me llevó a dejar momentáneamente el baloncesto, hasta que en 2016 recibí una propuesta de Portoviejo para jugar en Ecuador”, comenta Hernández.

Hernández llegó a reforzar al HR de Portoviejo, tras una buena primera mitad con el equipo tuvo que cambiar de rol. “Necesitábamos un pívot extranjero y yo estaba ocupando esa plaza, así que salí del roster del equipo y asumí como asistente técnico”, indica.

Esa primera experiencia en el banquillo, fue bastante positiva para Hernández, ya que Portoviejo salió campeón de la Liga Nacional.

“Desde ese momento, me he mantenido intermitente como jugador, ya que no hay una Liga como tal consolidada acá que me permita dedicarme solo al baloncesto”, acota.

Tras mudarse a la ciudad de Manta, Hernández comenzó a materializar una idea que llevaba maquinando desde hace tiempo, crear su propia escuela.

“En Manta, estuve un tiempo dando clases de inglés y de Educación física, en 2018 jugué con ABC de Santo Domingo, luego de esa experiencia decido fundar la escuela”, señala.

“Desde hace mucho tiempo tenía la idea de fundar mi propia escuela, trabajándola a mi manera, sacándole provecho a lo que he aprendido a lo largo de mi carrera como jugador. Invité a unos compañeros que estuvieron conmigo en ABC, realicé un campamento en octubre 2018 y oficialmente arrancamos con la escuela”.

Próximo a cumplir su primer aniversario, José se muestra muy orgulloso del crecimiento que ha tenido Panthers Basketball Club.

“Comencé con 40 jugadores inscritos, desde ese momento hemos registrado más de 100 atletas en Manta, trabajando en tres canchas distintas”, comenta Hernández.

“Ya este año tuve la oportunidad de debutar a nivel nacional en la categoría Sub 11. El año pasado no contaba con ninguna categoría y este año ya tengo además de la sub 11, sub 13, sub 14 y sub 15”.

Con 27 años y con su escuela en pleno crecimiento, José no abandona del todo la idea de jugar. “Me mantengo entrenando fuerte, a mi edad sé que todavía puedo jugar baloncesto organizado. Incluso en las practicas con los muchachos trato de darles el ejemplo; entreno con ellos, para que vean que aún puedo seguir mejorando a esta edad, para que ellos que están comenzando apenas, entiendan que lo pueden lograr también”, asume.

José sigue pendiente del baloncesto venezolano y trata de apoyar desde la distancia, “el año pasado tuve la oportunidad de ayudar a un talento venezolano a irse a Italia, gracias a los contactos que he hecho a lo largo de mi carrera. Hoy en día, es probable que pueda mandar a otro joven nacido en 2003 o 2004, para que también vaya a Italia”, comenta.

“También hay la posibilidad de mandar a algunos talentos a Argentina, tanto venezolanos como de Ecuador, esto trabajando en conjunto con Luis Madera, que está realizando unos campamentos allá para que los jóvenes puedan mostrarse a distintas organizaciones”.

Por último, José Hernández hace un balance de la situación del baloncesto en el país meridional, “el principal problema que existe es que el deporte está muy centralizado, hay buenas organizaciones de baloncesto formativo en algunos zonas del país, pero en otras ciudades, como aquí en Manta, el fútbol opaca mucho al baloncesto. Creo que se debe buscar expandir el baloncesto a los otros estados, es parte del trabajo que con Panthers Basketball Club hemos venido haciendo, pero se requiere reforzar esa parte”, finaliza.