Cada vez que el FC Barcelona y el Real Madrid se han enfrentado, ha quedado en evidencia la superioridad del equipo azulgrana. Desde que José Mourinho es entrenador del cuadro merengue, solo ha podido ganarle una vez al Barsa y fue en prórroga, en la final de la Copa del Rey, de resto tres empates y cuatro derrotas. El entrenador portugués no ha hallado la fórmula para vencer a Guardiola, al menos con el Madrid.
El sábado el cuadro blaugrana venció tres por uno a domicilio al conjunto blanco, con goles de Alexis Sánchez, Xavi y Cesc, por parte de los locales anotó Benzema. Con este resultado ambos clubes están empatados en el primer lugar de la clasificación de La Liga, aunque el Barcelona tiene un juego más. También puede ser un punto de inflexión para los blancos, venían con un ritmo impresionante y arrollando a todos los rivales que se enfrentaban, hasta que se encontró con su némesis.
¿Por qué puede ser un punto de inflexión? Porque es otra derrota más frente a su acérrimo rival y puede llegar a ser frustrante, tanto esfuerzo y trabajo para que el resultado sea el mismo, ahí se puede derrumbar todo lo positivo que han logrado hasta ahora. Más allá de los errores que cometió Mou en el once inicial (Coentrao de lateral derecho y salir con dos contenciones), los merengues tuvieron un bien primer tiempo, el segundo fue otra historia. La explicación más lógica: el tema físico, correr de un lado para otro persiguiendo la pelota tiene sus consecuencias.
El Barsa tiene un trabajo hecho desde hace muchos años, gran porcentaje de sus futbolistas provienen de la cantera y ya tienen con una formación parecida, por no decir igual. Están identificados con el club y sienten la camiseta en cada partido que juegan, los extranjeros que han llegado (a excepción de Hleb e Ibra) se han adaptado muy bien. En cada cotejo vemos como juegan de la misma manera y el libreto siempre es el mismo.
El Madrid desde hace mucho tiempo prefiere la cartera que la cantera. Cada año invierten gran cantidad de dinero en fichajes y nunca terminan solidificar la plantilla, la paciencia no es una de sus principales premisas. Para este año Mourinho quiso cambiar esa forma de pensar y solo fichó jugadores que complementarían la nómina sin tocar la columna vertebral de la misma, con la idea de darle continuidad a su trabajo.
La continuidad en el fútbol es muy importante y es algo que no ha habido en la casa blanca en los últimos tiempos, desde la salida de Vicente del Bosque en el año 2003 han pasado Fabio Capello, Bernd Schuster, Wanderlei Luxemburgo, García Remón, Manuel Pellegrini, José Antonio Camacho, Carlos Queiroz, Juande Ramos, López Caro y por supuesto José Mourinho, han sido diez directores técnicos en ocho años, así es imposible tener un proceso exitoso. Esta temporada los merengues se han visto mejor que la pasada, sus jugadores se ven más amalgamados y se nota un mejor entendimiento en el terreno de juego, eso es consecuencia de darle confianza y continuidad a un entrenador.
El FC Barcelona ha sido lo contrario, desde la temporada 2003/04 ha tenido solo dos directores técnicos: Frank Rijkaard quien estuvo hasta la campaña 2007/08 y Pep Guardiola, desde la 2008/09 hasta la actualidad. Gracias a eso, a la paciencia y a la continuidad, han sido exitosos en estos últimos años y en este momento son la referencia del fútbol mundial. Otros ejemplos: el Manchester United en los últimos 25 años, el Real Madrid en la época de los galácticos, el Milán de Sacchi, el Barcelona de Johan Cruyff, la selección de Uruguay hoy en día y pare usted de contar.
El fútbol no se trata solo de la cantidad de dinero que se invierte ni del talento que se tiene en un plantel de jugadores. Para obtener títulos y permanecer en el tiempo, se requiere de paciencia, tiempo y un trabajo arduo y eficaz. Sin eso de nada sirve el capital invertido ni los jugadores producidos en las canteras, tuvo que aparecer este Barcelona para que otros empezaran a hacer lo mismo.