Proyecto Cumbre en Groenlandia: fueron por una y volvieron con 5 cumbres vírgenes

Prensa Proyecto Cumbre

El equipo de montañistas venezolanos Proyecto Cumbre se reunió ayer con los medios de comunicación a su regreso de la expedición a las Watkins Mountains de Groenlandia, para comentar y compartir la experiencia de explorar la región noroeste de la isla más grande del planeta, donde escaló y coronó cinco montañas nunca antes pisadas por el hombre, además del Gunnbojrn Fjeld (3694 msnm) la montaña más alta del Círculo Polar Ártico.


Carlos Calderas, Carlos Castillo, Martín Echevarría y Marcus Tobia: PROYECTO CUMBRE, llevando la bandera de Venezuela a los rincones más remotos del planeta. (Foto cortesía Proyecto Cumbre)

 

El equipo, integrado en esta ocasión por Carlos Calderas, Carlos Castillo, Martín Echevarría y Marcus Tobia (Marco Cayuso sufrió una lesión en el tobillo izquierdo apenas a una semana de la salida a la expedición)  llegó a la gigantesca isla helada de Groenlandia vía Europa, con paradas al salir de Caracas en París, Fancia y Reikjavyk, Islandia. Durante 17 días exploraron el solitario territorio en medio de toda una cordillera virgen pata explorar y ascender.

 

Con el patrocinio de Supermercados Unicasa, CANTV y Exceline, Proyecto Cumbre fue más allá de sus expectativas en esta expedición, en la que aspiraba tras subir al Gunnbjrn Fjeld  explorar una  zona del noreste de las Montañas Watkins y coronar una montaña nunca antes pisada por el hombre para intentar bautizarla Venezuela. Esta expedición contó con el copatrocinio de Molinos Hidalgo y Herbalife, así como con el apoyo de los proveedores y amigos de Airfrance, Oakley, Ptzl y David & Joseph.

 

Abrió la conferencia de prensa Martín Echevarría indicando que esta era la quinta intervención del grupo en tierras polares, haciendo un inventario de las travesías polares (norte 2004) y Sur (2006), el ascenso al Monte Vinson, mayor altura antártica (2002)  y el recorrido de costa a costa de Groenlandia en parawinds (2008) recordando que el gusto por este tipo de expediciones mostraba el intenso espíritu emprendedor de los venezolanos, la capacidad de ingeniárselas en momentos difíciles para crecerse con resultados exitosos.

 

 

Justificaron el ascenso a seis montañas en menos de 15 días considerando un período de excelente clima y la posibilidad  de recorrer largas distancias en poco tiempo sobre nieve suelta y recién caída con el uso de los esquís dotados de pieles sintéticas que facilitan el ascenso, conformaron las condiciones ideales para el logro de no una como esperaban, sino cinco montañas vírgenes para su palmarés.  El proceso de adjudicación de nombres a esas cumbres que por ahora hemos llamado con el nombre de nuestro país, está en manos del organizador de la logística de todas las expediciones al área, Paul Walker de Tangend Expeditions.

 

“Estamos enviando toda la información obtenida por nuestra expedición como datos geográficos, mediciones y apoyo fotográfico para corroborar que realmente se traten de primeros ascensos a estas 5 montañas.- comenta Marcus Tobía

 

“Por otro lado el tema del bautizo de nombres a estas montañas aun no lo tenemos claro ya que tenemos que esperar primero la confirmación y luego aplicar a los protocolos establecidos por Dinamarca en referencia a las políticas de adjudicación de nombres a monumentos naturales” completó el montañista.

 

MOMENTOS TENSOS

 

Comentan en su bitácora de viaje los expedicionarios que los  momentos más tensos que se vivieron en los 14 días sobre el hielo fueron durante el ascenso a la primera montaña virgen cuando una placa de nieve se desprendió y se produjo lo que pudo convertirse en una avalancha sobre ellos si una gran grieta no hubiera desviado la nieve fraccionada y desprendida desde arriba. Fue la primera llamada de atención de la naturaleza nunca antes pisada por el hombre que manifestaba su grandeza ante la humanidad de los cuatro montañistas, aferrados a sus piolets en la pendiente de unos 55 grados de inclinación.

 

LA CUMBRE QUE MAS NOS HIZO TRABAJAR

 

La montaña que originalmente se pensaba escalar se encontraba en el lado norte de un macizo al noreste del glaciar del Gunbrnffjeld. La recomendación del coordinador de acceso de las expediciones a Groenlandia, Paul Walker, era que bordeáramos todo este grupo montañoso y enfrentáramos la pirámide, de unos 2950 metros de altura por la cara norte donde las pendientes se veían, en los sobrevuelos, menos pronunciadas. Sin embargo al explorar el glaciar Proyecto cumbre consiguió un valle entre las montañas en la cara sur desde donde se divisaban tres grandes palas de nieve que podían dar acceso a la cordillera sin utilizar dos días más para llegar al otro lado.

 

Fue así que por la vertiente sur se iniciaron los recorridos para las montañas ascendidas. Una vez logrado el objetivo inicial de la expedición el 6 de mayo, las condiciones y la grandeza del paisaje invitaban a buscar en lo que estaba frente a los ojos del equipo y así se dieron a la tarea de buscar la montaña de los planes iniciales por la cara opuesta a la recomendación de Walker.  Eso se logró, pero fue la más exigente de las escaladas, que Marcus Tobía y Carlos Castillo realizaron ligeros, sin mochilas y con apenas los implementos necesarios para asegurarse en la más inclinada de las aristas de hasta 65º.

 

“Eran las 2.30pm cuando terminamos de tomar las fotos, comer y marcar el punto de la cumbre con el GPS. En nuestra tercera cumbre virgen de la expedición. En este momento estábamos indecisos sobre si continuar a la cumbre 2950 marcada en nuestro mapa o regresar. Ya teníamos más de seis horas de jornada y era un poco tarde, sin embargo los días son largos aquí y el clima continuaba excelente, de manera que finalmente decidimos continuar a la tercera cumbre del día Marcus y yo” comentaba Carlos Castillo en el dispatch del 9 de mayo desde el Campo Base Avanzado.

 

“Para llegar a la rampa que nos llevaría a esta cumbre, debíamos bajar a un glaciar que conecta las dos montañas. Una vez atravesado el glaciar, comenzaba el ascenso final. Una rampa con la mayor inclinación de todas las que hemos hecho en esta expedición. Entre 60 y 65 grados de pendiente donde tuvimos que ir escalando con cuerda y asegurando los pasos comprometidos con tornillos para hielo y estacas para nieve. Fue un ascenso muy bonito y ¡la cumbre que más nos hizo trabajar!

 

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